Lima, 17 de abril de 2013
Querida Maciel, estos viejitos son amigos de tu abuelo y también lo extrañamos mucho.
Querida Alcaldesa de Lima, colega Ministro de Cultura, señor Fernando, “negra” querida, hijas y nietas de Toño.
Embajadores, tanto los que tenemos el gusto de tenerlos acreditados en Lima, como los de la casa, señor ex Canciller; amigos de Toño: Javier León, Armando Lecaros, Fernando Ampuero, Niño de Guzmán… Todos.
Para mí, también, es un gran honor participar de este homenaje a nuestro amigo Toño Cisneros, figura emblemática de las letras peruanas y latinoamericanas, quien fuera además el primer Director e impulsor de este Centro Cultural Inca Garcilaso.
De manera, que quiero empezar agradecer a todos ustedes por acompañarnos en esta ceremonia sencilla, que pretende ser una ocasión para reencontrarnos con Toño, que está siempre presente, en su vida y en su obra. Recordándolo y visitando por última vez la exposición “Antonio Cisneros, el poeta que amaba la vida”, que está abierta al público desde noviembre del año pasado.
Hemos demorado, además, en este homenaje, porque queríamos que coincidiera con la instalación de las actividades del nuevo Director del Centro Cultural, Fernando Carvallo, que tiene una vasta referencia en su trabajo.
Comparto lo que ha dicho Susana y Lucho, que yo soy mayor que él, mucho mayor que él, diré que conozco a Toño desde hace mucho tiempo, desde 1961, cuando entré a la facultad de letras y ya Toño era ya un poeta reconocido. Y conservo los dos primeros poemarios de Toño: “Destierro” y “David”, publicados en 1961 y 1962 por esta obra maravillosa de este poeta y artesano, Javier Sologuren, que no solo editaba, sino que imprimía los poemarios y los numeraba, y los autores los podían dedicar a sus amigos. Yo por pudor no voy a leer la dedicatoria de Toño, pero demuestra lo que era la entrega a la actividad literaria, a la actividad política en una época heroica.
Toño es un poeta mayor de la generación del 60, yo soy un activista de la generación del 60; pero pudimos conocernos en esa época, en que había dos grandes ocasiones simultáneas, alternativas, complementarias en esta generación que era la literatura y el compromiso y Toño tenía ambas cosas y felizmente él desarrolló a plenitud su vena literaria sin perder el compromiso y felizmente yo me dediqué al compromiso, pero para bien de la literatura abandoné todas esas acciones de la literatura.
Era una época, en la que además, todos escribíamos. Algunos muy buenos como Toño publicaban, otros muy malos como Lucho Peirano y yo no publicábamos, pero me acuerdo que en la facultad de letras era frecuente cuando uno se encontraba con un amigo y decirle sí me lees te leo. Esta anécdota la digo con más pudor: En aquella época, en el Jirón de la Unión mi mamá se ponía guantes y sombrero, y caminando en el Jirón de la Unión, Toño me gritó, de una acera a otra, “traidor”. Todo el mundo volteó y se obligó a gritar traidor a la policía.
Para la Cancillería es un motivo de inmenso prestigio, que esta en la que estamos, sea también la casa de Toño. Vamos hoy día a develar la placa dejando orgulloso registro de esta pertenencia de la casa de Toño y de Toño en la casa. Y vamos a continuar su obra, cuya potenciación forma parte de nuestro Plan de Política Cultural Exterior, que espero poder presentar en los próximos días, que iba a ser mañana, pero mañana será un día complicado, porque tenemos una Reunión de Jefes de Estado de UNASUR, entonces eso ha llevado a cambiar nuestras actividades.
Este Centro. En el que estamos, lleva el nombre del Inca Garcilaso, quien fue consciente de ser el primer peruano portador de una nueva identidad peruana, surgida en estas tierras por el encuentro de dos civilizaciones. Garcilaso en sus comentarios Reales, no Toño en los suyos, tiene la siguiente proclama:
A los hijos de español y de india o de indio y española, nos llaman mestizos, por decir que somos mezclados de ambas naciones; fue impuesto por los primeros españoles que tuvieron hijos en indias, y por ser nombre impuesto por nuestros padres y por su significación, me lo llamo yo a boca llena y me honro con él.
Es por eso que ubicamos todos a Garcilaso en el punto de nacimiento en el hito simbólico en que se anuncia esta identidad peruana y es por eso que esta casa tiene el nombre de Inca Garcilaso.
Toño Cisneros fue figura mayor de nuestras letras, autor de sus propios Comentarios Reales. No pudo haber sido mejor escogido para dirigir esta casa. La obra de Toño también encarna a la peruanidad. Fernando ha recordado como detrás de este cosmopolitismo, en su biografía habitaba esta profunda raigambre peruano.
Como lo ha señalado Gustavo Faverón la obra de Toño representa una suerte de utopía garcilasista, un afán importante de nuestro pasaje cultural, un historicismo preocupado y punzante, una poderosa unción religiosa: La ficción, otro tema al que Toño vuelve, como volvieron Arguedas, Vallejo, Mariátegui. Transcurre una religiosidad. Transcurre y recorre la producción del escritor peruano. Decía Faverón una poderosa acción religiosidad que solo era contenida a veces por la ironía. Es la forma única de redención de los diversos modelos del clasicismo y del barroco.
Como no hay casualidades, quiero traer los otros Comentarios Reales, los Comentarios Reales de Antonio Cisneros, Premio Nacional de Poesía en 1964, como manifestación de la continuidad de una tradición cultural, tradición que en homenaje con diálogo con el pasado y también expresión de una razón del arte que se recrea en su apertura al diálogo intercultural y en su fuerte vocación a futuro.
Quiero también recitar un poema de Toño, que busca reivindicar a la historia del Perú y al luchador indígena. Se titula “Túpac Amaru relegado”:
Hay libertadores
de grandes patillas sobre el rostro,
que vieron regresar muertos y heridos
después de los combates. Pronto su nombre
fue histórico, y las patillas
creciendo entre sus viejos uniformes
los anunciaban como padres de la patria.
Otros sin tanta fortuna, han ocupado
dos páginas de texto
con los cuatro caballos y su muerte.
Esta es la conciencia crítica de nuestra realidad, que emparenta a nuestro Perú con el Inca Garcilaso, y que en Toño fue emparejada con su profunda humanidad, su amor por la vida y por la libertad, siempre arraigada en la literatura peruana. En Agua que no has de beber (1971), Cisneros se identifica con un César Vallejo rechazado en sus inicios por la crítica, y frente a sus exigencias lanza la siguiente inspiradora proclama, bajo el título “En defensa de César Vallejo”:
Hoy más que nunca
Siento gravitar sobre mí, una hasta ahora desconocida obligación
de hombre y de artista
La de ser libre
No me voy a extender en la importancia de la obra de Toño. Pero sí los voy a invitar a leerlo, a releerlo y a reconocer en él el gran valor que es para nuestra cultura. Y quiero añadir, solamente, que el legado dejado en esta casa, estamos seguros que será continuado por su nuevo Director, otro hombre de letras, cosmopolita y con profunda raigambre peruana, conocedor de nuestra diversidad cultural y de su proyección hacia el mundo, el señor Fernando Carvallo, a quien quiero darle la bienvenida a esta casa.
Para esta nueva etapa, diez años después de la aprobación del primer Plan de Política Cultural Exterior de la Cancillería, venimos coordinando con el Ministerio de Cultura un relanzamiento. En breve estaremos reinstalando la Comisión Consultiva de Cultura del Ministerio de Relaciones Exteriores, para que nos asesore y evalúe nuestro Plan Anual de Cultura. Designaremos más agregados culturales en nuestras Embajadas, para atender la creciente demanda del mundo por la gran diversidad de nuestras expresiones culturales. El Perú no solamente no solamente es admirado por su crecimiento económico, ni tampoco por su voluntad de inclusión social. Ahora también por su gastronomía y por un incipiente reconocimiento de su cultura.
De manera, que incluso, queremos evaluar la conveniencia de crear filiales del Centro Cultural Inca Garcilaso en algunos lugares en el exterior. Tenemos previsto contribuir a un objetivo de Estado como es la conmemoración, el año 2021, del bicentenario de nuestra República y de nuestra vida independiente. Venimos planificando la creación de una Comisión Nacional destinada a formular y aplicar en los años venideros, a partir de una visión integral de nuestra historia, una ambiciosa agenda de eventos vinculados a la cultura nacional, dentro y fuera del país.
Queremos concretar pronto la Biblioteca del Perú – Colección Bicentenario. Sin duda, las obras completas de autores emblemáticos de nuestra cultura, como el Inca Garcilaso o Antonio Cisneros, deberán formar parte de ella. Y quiero terminar esto, porque el homenaje a Toño se está convirtiendo en publicidad a la Cancillería.
Muchas gracias.
17/04/13
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